Hace unas semanas, mi compañero Quique voló por primera vez con Air Europa desde que existe Vadeaviones. Quique, nos explica en este post cual ha sido su experiencia, por lo tanto sus opiniones son de buena mano.
Lo primero que destacaré de los vuelos que realicé entre Madrid y Barcelona, fue que la puntualidad fue máxima. En ambos vuelos, llegamos a destino antes de la hora prevista.
Así mismo, la gestión del equipaje, también fue excelente, ya que la recogida del mismo fue muy ágil. Al llegar a la cinta de recogidas, las maletas ya estaban en ella.
Por lo que respecta a los vuelos en si, tuve la gran suerte de ir en un Boeing 737-800 y volver en un Embrear 195, con lo que pude probar los dos modelos de corto y medio radio, que Air Europa tiene en su flota.

Los interiores de esta aerolínea, 100% española, como ellos la definen en su revista, son muy elegantes. Asientos en piel de color gris y con un espacio entre filas, muy generoso. Aspecto, el del espacio entre filas, que uno agradece cuando vuelve de un intenso día de trabajo.
La atención al pasajero y preparación de la tripulación de abordo, es otro de los aspectos que más me gusta de Air Europa. La “demo” que es como se conoce coloquialmente a la explicación de seguridad previa al vuelo, la realiza la tripulación de abordo, acompañados de un video muy aclaratorio emitido por las diferentes pantallas situadas sobre las filas de asientos.
Como os decía, la ida fue en un Boeing 737-800 y al llegar a Barcelona, con el avión ya parado en plataforma, pedí a la sobrecargo el poder saludar a los pilotos y presentar nuestro blog. Tras consultarlo con el Comandante, este dio su OK y me dejaron entrar en cabina.
Realicé tres fotos, y hablé distendidamente con el comandante y su primer oficial, que me trataron muy bien y se interesaron por el blog. No pude extenderme mucho porque el avión lo posicionaron en parking sin finger, y el desplazamiento a la Terminal era con jardinera. Pero los pocos minutos que pude estar en el cockpit, fueron muy interesantes.
Desde aquí, por si nos leen, felicitar a la tripulación y agradecer a los pilotos su amabilidad y su tiempo.
La vuelta, fue con un Embraer 195, en el que volaba por primera vez.

Me sorprendió que con lo pequeño que parece desde fuera, por dentro no lo fuera tanto y no se hace nada incomodo viajar en el.
El siguiente aspecto muy positivo, fue lo silencioso que es. Al poner los motores al máximo, en el inicio de la carrera de despegue, el ruido en el interior del avión es mínimo, lo cual es de agradecer.
Hice unas fotos del atarceder hacia Madrid, a 29.000 pies de altitud, espero os gusten

Os contaremos nuestro próximo vuelo, ¿con que compañia? Qui lo sá