05/02/2014

Entrevistamos a personal de facturación

Por Enrique López R.


Esta vez nos hemos acercado a facturar equipaje a un mostrador cualquiera de una compañia cualquiera de un aeropuerto de alguna ciudad española, para charlar y entrevistar a una de las personas que nos facturan el equipaje o a la que le solemos pedir que por favor nos den un asiento en salida de emergencia, en ventanilla o en el pasillo.

¿Cómo se llega a trabajar en el check-in de una aerolínea?
 
En mi caso fue un poco casualidad. Bueno, yo lo llamo destino. Mi familia ha estado ligada desde siempre a Iberia. Mi tío TCP durante 40 años me contaba como era su día a día en un Jumbo. A mí me fascinaban sus historias. Me encantaba jugar con los aviones que me regalaba. Me hizo querer a Iberia desde que era pequeñita. Después mi primo, también TCP (ahora es piloto en otra aerolínea). Años después se uniría mi padre como TMA. Y, por último, yo. Cuando acabé el instituto me apunté al INEM por si me salía algún trabajo. Me llamaron antes de que acabara ese año. Para hacer una entrevista. No me dijeron para qué empresa. Cuando me personé, me enteré que era para Iberia. No me lo creía. Y solo pensé: «Es el destino».

Así pasé el exámen y la siguiente entrevista. Me llamaron al siguiente verano para hacer la formación. Empecé ese mismo año en Septiembre. Y hasta hoy. No sé si es la forma habitual de llegar a trabajar como agente de tráfico de pasajeros. Entonces, desde luego, no lo era. Por eso siempre digo que estaba escrito.

¿Qué es lo peor de tu trabajo?
 
Lo peor de mi trabajo es que suene el despertador. Soy muy dormilona. Bueno, a parte…más que lo peor, yo diría, lo más difícil, es estar de cara al público. Pero esa característica la comparte mi trabajo con un montón más. Te dirían eso mismo una dependienta de una tienda, un camarero…

 
Sin embargo, no sólo es lo más difícil. Añadiría que es la parte más bonita de él.
 
Todos tenemos días en el trabajo que cuestan mucho, que las cosas no salen como queremos o que no nos ponemos de acuerdo con nuestros jefes. A todo eso hay que añadir los factores externos: meteorología, huelgas…y pasajeros. No solo depende el día de como estés tú, depende de como estén nuestros pasajeros. Pero esa combinación de todo, hace que para mí sea un trabajo precioso. Así que, lo más difícil, se convierte en lo que hace que sea tan bonito: el trato con el público.

¿Explica a nuestros lectores, como se hace el check-in perfecto, para evitar esperas o sustos innecesarios?
 
«Gracias» a la tecnología, el paso por check-in de pasajeros es menor. Vivimos en un mundo de prisas y donde priman las tecnologías e internet. Si podemos ahorrar tiempo, mejor. Así que, el paso del pasaje por facturación ha cambiado mucho de cuando empecé a ahora. Aunque he de decir, que aún quedan muchos pasajeros «románticos» que les gusta pasar por el mostrador. Siempre pasan, aunque hayan utilizado el check-in on-line o los kioskos de auto check-in previamente. Y a mí personalmente, me encanta que vengan al mostrador, aunque solo sea para confirmar la puerta o alguna duda que tengan.

 
No creo que haya un check-in perfecto. Actualmente hay muchas posibilidades para el pasajero, y cada uno puede elegir la opción que considere más oportuna en cada momento. Pero si es verdad, que hay dos recomendaciones importantes para no llevarse esos sustos: por un lado, SIEMPRE leer completamente el billete que se ha comprado (bien en el aeropuerto o a través de internet) y comprobar que todo está bien – nombre y apellidos, destino, fecha, compañía operadora, condiciones del billete – (esto mismo se ha de hacer extensivo para la tarjeta de embarque, siempre hay que comprobar que todo está correcto desde el mostrador, ya que todos nos equivocamos, y es mucho más sencillo solucionar cualquier incidencia en facturación que si se detecta en embarque); por otro lado, facturar (obtener tarjeta de embarque) con antelación -desde 24 horas antes se puede hacer, bien en el aeropuerto (no en todos es posible), o a través de internet-. 
 
¿Es verdad que existe «pique» entre los trabajadores de tierra y los tcp’s?
 
Sinceramente, creo que no. Por mi parte nunca lo ha habido. Somos una familia. Solo tengo compañeros. Y todos, absolutamente todos, son imprescindibles. Sin un piloto un avión no despega. Sin el personal de rampa, tampoco. Sin un TCP no hay servicio a bordo. Sin el personal de catering, tampoco. Es una máquina perfectamente engrasada. Pero si pierde cualquier engranaje, deja de funcionar. Esto es aviación. Y en aviación todo suma. Y todo resta. Siempre.

 
Si han existido diferencias o no, desde luego no las he conocido. Y ahora, muchísimo menos.
 
Por las circunstancias acaecidas, pasamos a ser una piña. Y es mi piña. Mi familia. Mis compañeros.
 
Siempre que han necesitado algo del aeropuerto, he hecho todo lo posible por ayudarles. Ellos a mí a bordo, también.

¿Cuál es la anécdota más recordada de tus años como trabajador de tierra?
 
¿Solo una? Hay anécdotas para escribir libros y más libros. Lo raro es que no pase nada anecdótico. Con tanta gente con la que coincidimos en un solo día, siempre hay algo digno de mención. Muchas ya ni las consideramos como tal, porque son recurrentes. Distintos pasajeros que dicen las mismas cosas…o será que son unos cuantos años ya y se repiten..no lo sé (jejeje).

 
Pero hay una bastante graciosa y que me pasó al poco de entrar. Una pasajera me contactó en llegadas porque tenía una conexión a Dublín y perdía su vuelo. Buscaba el autobús de conexión que entonces lo atendíamos nosotros y no el personal del aeropuerto. Le pregunté si tenía tarjeta de embarque porque sino no le dejarían subir al autobús (era un servicio de conexión por pista). Y me dijo: «No tengo. Voy a Dublín. Necesito buscar el mostrador de Cunnilingus». Le contesté que necesitaba buscar el mostrador, pero que me parecía que estaba equivocada. Que esa compañía no existía y que probablemente se estaba refiriendo a Air Lingus. A lo que me contestó enfadada y levantando la voz: «Me vas a decir tú a mí con quién vuelo». Y la contesté: «Efectivamente señora, no soy yo quién para decirle qué le hace volar.»
 
Una anécdota de tantas (no sé si es adecuada..(risas) ;D).
 
¿En qué momento decidiste que tu vida estaría ligada al mundo de la aviación?
 
Creo que la aviación me eligió a mí, como ya he dicho. Todos los que trabajamos en este mundo nos consideramos un poco adictos. No conozco a nadie que le guste y que haya salido de él. Así que, aunque no sé que me deparará el futuro, creo y espero, sea relacionado con la aviación.

¿Qué es lo más extraño que has facturado?
 
Piezas de coche, frigoríficos, ruedas, motores, lunas de coche, espadas, arcos con flechas, rifles, cornamentas, pájaros…

Pero son tantos y tantas veces que no me parecen ni raros.. 😉

¿Cómo es un día en tu puesto de trabajo?
 
Como dice Forrest Gump, la vida es una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar. Pues podría definirse así.

 
Cada día es una caja de bombones ;D
 
¿Las tripulaciones también facturan como el resto del pasaje?
 
La mayoría de las tripulaciones de las compañías aéreas facturan. Aunque depende de los procedimientos de cada aeropuerto. Si facturan, lo hacen como el resto del pasaje, salvo que sus maletas se identifican siempre como tripulación, para saber siempre cuáles  y cuántas son.

¿Existe diferencia en el trato con los pasajeros que vuelan en business que con los que lo hacen en  turista?
 
Para mí no existe diferencia. Trato siempre a todos mis pasajeros como preferentes. Porque para mí todos son importantes. Por supuesto, los pasajeros Business van a disponer de unos servicios y atenciones por parte nuestra que los pasajeros que vuelan en turista no pueden disfrutar (facturación diferenciada, acceso prioritario, salas vip, etc.). Pero dando todo lo mejor con cada pasajero. Todos lo hacemos. Son nuestros clientes. Y merecen el mejor trato, porque somos profesionales. Sin excepción.

Quiero agradecer personalmente a Ivan su colaboración con esta entrevista así como a la persona entrevistada que quiere conservar su anonimato. No obstante, muchas gracias por explicarnos lo que hay detras de esa tarjeta de embarque 😉