El día a día en un aeropuerto.
Hoy vamos a contar de una manera más o menos breve cómo es la vida de las personas que forman parte de los aeropuertos mientras están en ellos. Aquellas que hacen posible el movimiento de miles de individuos alrededor del mundo, aquellas que suelen ser las primeras o últimas que vemos en un determinado país cuando nos trasladamos, bien sea por ocio, trabajo o necesidad. Esto es posible gracias a la ayuda de nuestra amiga Clarisse, que nos ha descrito en primera persona cómo vive y ve la vida aeroportuaria.
»El aeropuerto es como una ciudad más, está formada por habitantes, tiendas, delincuentes, leyes, lenguaje propio, tarjetas de identificación, líneas de comunicación, visitantes, empleados, capilla, gimnasio, spa, carnet de conducir propio, normas de circulación e incluso tiene sus propias matrículas de coches y demás vehículos.
Para algunas personas, es un mundo lleno de lujos y de glamour, lo ven tan extraordinario que incluso les da miedo formar parte de ese show. Ya expliqué en una entrevista en qué consiste ser un agente de handling, por lo que esta vez intentaré contar un poco cómo es mi vida en esta ciudad única llamada aeropuerto.
Llevo 8 años aproximadamente en este mundo, la verdad es que cuando empiezas todo te suena extraño. Empezando por el idioma, te piden inglés, pero a la larga te das cuenta de que el inglés que usas es un inglés limitado a nivel aeroportuario, tiene palabras que solo sabrán o entenderán las personas acostumbradas a volar, el abecedario es propio, los nombre de los objetos son propios, todo está hecho a nivel aeroportuario.
La expresión corporal y los modales cambian, te sentirás como en un reality ya que sabes que tienes miles de cámaras mirándote, miles de personas a tu alrededor, algunos fijándose en ti, en cómo hablas, en cómo caminas, en cómo contestas y en cómo reaccionas ante imprevistos, serás consciente de eso y a la vez inconsciente porque sabes que eso ya es parte de tu día a día y que formas parte de ese mundo tan especial.
Hablemos de la empatía, coloquialmente descrita como el hecho de ponerse en los zapatos de la otra persona, al principio te sientes tan identificado con cada caso que ves, que si no tienes cuidado y aprendes a desconectar a tiempo, puedes hacerte mucho daño. No todo el mundo que viaja lo hace por placer, los hay que van a despedirse de un familiar que no vivirá mucho más, otros van a funerales de sus seres queridos, algunos viajan porque son deportados a sus países de origen porque aquí eran ilegales intentado vivir un sueño, otros son deportados por ser convictos, etcétera.
Incluso no todo el mundo que te encuentras sabe dónde va, aunque resulte increíble creerlo, hay gente que sale de su casa sabiendo que tiene que coger un avión pero no sabe a qué terminal ha de ir, ni con qué compañía vuela, puede que ni sepa cómo se llama la ciudad de destino. Aunque no seamos del departamento de información del aeropuerto, es nuestro deber informar a toda esa gente que está más perdida que un aguja en un pajar.
El trabajo aeroportuario no es tarea fácil para nadie. Hay pilotos, azafatas, mecánicos, coordinadores de vuelos, catering, administrativos, agentes de pasaje, servicio de asistencia, limpieza, mantenimiento, seguridad, transporte, hostelería, bomberos, marketing, spotters, prensa, operarios de rampa, representantes de las compañías aéreas, etcétera. Aquí se trabajan las 24 horas del día aunque no hayan vuelos. Esta ciudad no duerme, siempre hay gente en movimiento, y se aprovechan las horas en que no hay vuelos para organizar la operativa y tener todo listo de antemano.
Un gran hecho es, que trabajar en el aeropuerto te hace crecer a nivel personal, ya que ayudar a la gente casi siempre es gratificante, aunque haya pasajeros a los que ayudaras y ni te darán las gracias, hay otros que se atreverán incluso a abrazarte. En ocasiones no sólo eres un empleado del aeropuerto sino un psicólogo, un consejero, un amigo, un punto de apoyo y también un enemigo, claro está. Para los amantes de esta profesión, todos los esfuerzos realizados al cabo del día para cumplir los sueños de miles de personas, se convierte en anécdotas.»
Edición del texto por Sara L.
I work at airport overt 12year
[…] paciencia y que mano izquierda ha de tener el personal de facturación y embarque, y que fácil les haríamos el trabajo, si nosotros como pasajeros, pusieramos un poco más por […]