18/03/2015

Perdiendo el miedo a volar con Alfonso de Bertodano

Por Enrique López R.

Tenemos el placer de poder entrevistar al Aviador y Psicólogo, comandante en Air Europa y Director de los cursos “Perdiendo el Miedo a Volar” desde 2008, Alfonso de Bertodano.
Para las preguntas que le realizaremos a continuación, hemos consultado entre nuestros seguidores, a aquell@s que tienen en mayor o menor medida miedo a volar. Esperamos que sea de vuestro interés esta entrevista, primera en el campo del miedo a volar.
Material preparado
VDA:  ¿Qué tipo de información se da en los cursos que ofrece a las personas que sufren el miedo a volar?
Alfonso: Los cursos son una forma de terapia basada en conocimientos tanto de psicología (conocimiento de los mecanismos del miedo) como de aviación, y cómo modificar y controlar la conducta de ansiedad.
Para conseguir la superación del miedo a volar hay que trabajar la forma de pensar para que ésta no sea el origen de la ansiedad. Por ello es necesario aprender alguna forma de control sobre los pensamientos inconscientes. Además los conocimientos que enseñamos sobre aviación hacen que los mitos y la imaginación sobre los que sucede en el avión, el alcance de las turbulencias, las sensaciones en el despegue, etc. desaparezcan. Además el miedo es una conducta dependiente del sistema nervioso autónomo es decir que funciona independientemente de nuestras órdenes voluntarias como por ejemplo la frecuencia cardiaca, la digestión, etc. pero que por suerte tiene ciertos puntos por donde podemos controlarlo y es esa, la parte de control de la conducta, la herramienta fundamental que enseñamos para el éxito del curso.
Jesús Pedraz
VDA: ¿Se les indica algún ejercicio de relajación para realizar en casa a los alumnos de su curso?
Alfonso: Durante el curso también aprenden y practican unos ejercicios de relajación. En los vuelos que realizamos comprueban que funcionan y a partir de ahí sólo queda seguir practicando lo aprendido periódicamente para que quede fijado en la memoria y pase a ser un ejercicio sencillo que se pueda utilizar para cualquier situación de ansiedad y no sólo para antes/durante los vuelos. En el seguimiento que hacemos de los participantes observamos que cuanto más practican la relajación en sus casas menor es la ansiedad que presentan en los vuelos posteriores al curso
• ¿Cuál ha sido el caso más grave que ha tratado y como lo trató? ¿Se consiguió el objetivo del curso?
Los casos más graves son aquéllos que han intentado viajar y han acabado bajándose del avión o no llegando a embarcar. Una parte de su cerebro, el sistema límbico, envía una señal de peligro muy potente al organismo iniciando un ataque de pánico, anulando los procesos mentales normales y poniéndoles en “modo huida”. Son incapaces de razonar y una vez fuera de peligro tienen una sensación muy amarga de alivio y la autoestima bajísima. Con ellos trabajamos sobre todo la motivación y el control de la ansiedad desde los primeros niveles para impedir que aumente hasta el nivel de pánico. Llegar a niveles altos de ansiedad es frecuente y se consigue controlar pero es necesario exponerse al vuelo para demostrar que el método funciona. Muchas veces lo pasan muy mal pero su motivación y su confianza en nosotros da sus frutos una vez en el aire.
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VDA: Una muy concisa ¿Por qué tengo miedo?
Alfonso: Porque genéticamente su cerebro tiene un mecanismo instalado “de serie” (el sistema límbico) que le va a servir para sobrevivir en circunstancias de peligro enviándole automáticamente una de estas tres órdenes: paralizarse, huir o atacar. Es lo que se conoce como la función adaptativa del miedo.
VDA: ¿Es recomendable automedicarse con relajantes si se tiene miedo a volar?
Alfonso: Automedicarse no es recomendable nunca. España es un país donde estamos muy acostumbrados a ello. Los ansiolíticos deben de estar prescritos por un médico en base a un tratamiento. En el caso del miedo a volar hay personas que ni con ansiolíticos consiguen sobrellevar el vuelo por lo que además lo mezclan con alguna bebida alcohólica desencadenando reacciones que pueden ser muy peligrosas para su organismo.
• ¿Realmente el miedo a volar se puede curar?
El miedo a volar es básicamente un desajuste. Hay que de-sensibilizar a las personas al vuelo. En nuestros cursos enseñamos cómo re-ajustar los mecanismos de ansiedad y a partir de ahí cada uno es responsable de seguir practicando hasta llegar al ajuste perfecto. Así, en la gran mayoría de los casos, hemos conseguido que personas que llevaban muchos años sin volar vuelvan a viajar en avión, otras que mantienen su ansiedad en niveles aceptables para volar o que cuando viajan en avión no tienen ya nada de ansiedad durmiéndose en las zonas de turbulencias e incluso algunos que se sacan la licencia de piloto privado. Podríamos decir que sí, que se puede “curar” en la gran mayoría de los casos.
VDA: ¿Cuánto tiempo se tarda en curar el miedo?
Alfonso: Nosotros lo tratamos en dos días, la misma Organización Mundial de la Salud dice textualmente: [“La fobia a volar responde bien al tratamiento psicológico” … “Un típico tratamiento de dos días se focaliza exclusivamente en identificar el grado de ansiedad y la práctica de la desensibilización”…] y eso es lo que hacemos nosotros, si bien realizamos un seguimiento de todos los participantes para ver cómo evolucionan y por supuesto para mejorar y que cada curso sea mejor que el anterior.
Llega a Madrid
VDA: ¿Qué inversión hay que hacer para conseguir curarse?
Alfonso: Nuestro curso cuesta 872€. Los comentarios de las personas que lo han realizado es que vale mucho más de lo que cuesta. Hay que tener en cuenta que muchas de las personas que acuden a nosotros habían cancelado varios viajes perdiendo todo el importe de los vuelos, otras esperaban a comprar el billete en el último momento, que es cuando más caros están y los que viajan por trabajo se habían dado cuenta de su improductividad los días previos por la ansiedad anticipatoria característica de esta fobia además de lo mal que les iban las reuniones de trabajo donde no eran capaces de concentrarse y negociar adecuadamente. Todo ello sin contar la recuperación de la autoestima. Ahora piensan que ha sido la mejor inversión de su vida.