Hola, Aerotrastornados:

Después de disfrutar del fin de semana en Milan, tomamos el vuelo de regreso a Barcelona, donde pudimos descubrir y disfrutar de su clase turista a bordo del Airbus A350, matrícula 9V-SMK. 

Flight Radar 24

El vuelo, procedente de Singapur y haciendo escala en Milan, para seguir hacia Barcelona, no venía muy lleno y no se llenó mucho más cuando accedimos al avión, es por ello que el embarque fue rápido y ágil para facilitar la salida puntual del avión. 

Esta vez, nuestro asiento asignado fue el 57K, lado derecho del avión y prácticamente al final del fuselaje. 

Con unos interiores quizás algo sobrios, una vez te sientas, descubres que la distancia entre asientos es generosa y el asiento está dotado de pantalla táctil, puertos USB para cargar los dispositivos móviles y en la mesa plegable, hay un espejo escondido qué, os parecerá una tontería, pero nos encantó el detalle. 

Él reposa cabezas tiene varias posiciones, que facilitarán el descanso en los vuelos largos a/desde Singapur. 

 

Esta clase turista, está configurada en disposición de 3-3-3

Antes del despegue, la amable tripulación, a parte de darnos la bienvenida de nuevo, nos entregó unos cascos para el entretenimiento a bordo y un “Care kit” de prevención anti covid

Después de un rodaje no muy largo por el aeropuerto de Malpensa, a las 7:30am entramos a la pista 35L para despegar en seguida y atravesar el techo de nubes que esa mañana había sobre el aeropuerto. 

Torre de control de Milan Malpensa

Ya en el aire, todavía en ascenso hasta la altitud de crucero de 33.000 pies, llegó el servicio de a bordo. 

Si algo nos gustó mucho de Singapore Airlines, en su clase turista, fue la amabilidad y cercanía de su tripulación, durante todo el servicio, estuvieron pasando por el pasillo fijándose si el pasaje estaba atendido y si faltaba alguna cosa por servir. 

En ese aspecto, remarcamos que, aunque sea un vuelo de hora y media, ofrecen un pequeño snack, compuesto por bocadillo a elegir entre pollo o atún, con un zumo de acompañamiento. Pero no solo eso, cuando terminamos, nos ofrecieron café o té, para rematar bien el desayuno. 

Destacamos esto, porqué otras aerolíneas no ofrecen nada a bordo en vuelos más largos dentro de Europa y es de agradecer poder picar algo, incluido en el precio, es un valor añadido. 

Tras el tentempié, visitamos los baños y vimos que ofrecen cepillos de dientes y crema de manos, para hidratarnos después de usar el lavabo. Otro valor añadido, otra manera de cuidar al pasajero de clase turista. 

Pasados los Pirineos y ya a la altura del Cap de Creus, al norte de la costa Catalana, empezamos el descenso, anunciado tanto por el piloto como posteriormente por la sobrecargo. 

El descenso fue comodísimo, apenas notas las movimientos dentro del A350. Para lo grande que es el avión, el pasajero apenas percibe ni los ruidos externos ni los cambios de dirección

Sentados en el lado derecho del avión, como os comentamos al principio, pudimos disfrutar de la aproximación final, viendo la extensión de la ciudad de Barcelona, que en un día despejado como era el caso, ofrece una postal digna de ver, aunque sea la enésima vez que la has visto. No nos cansamos de admirar la bonita ciudad de Barcelona

Barcelona
Puerto de Barcelona
Aterrizaje en la pista 25R de Barcelona

Conclusiones:

Nos ha encantado, así, con todas las letras, la clase Turista de Singapore Airlines. Por la relación calidad precio para volar entre Barcelona y Milan, merece muchísimo la pena aprovechar las ofertas de Singapore Airlines, para viajar en un gran avión como es el A350. Para los que nos gusta volar y más en grandes aviones, es una opción perfecta.

Destacamos una vez más, la buena disposición de la tripulación, que estuvo pendiente del pasaje en todo momento y siempre con algún miembro de la tripulación por los pasillos del avión, dispuesto a atender a quien lo necesite. 

Desde Vadeaviones os animamos a reservar con Singapore Airlines vuestra próxima escapada a la ciudad de Milan.